domingo, 10 de julio de 2011

Carta a mi hermano Carlos.

Querido Carlos. Ignoro si estás en alguna parte. No se si puedes verme .Tampoco sé si donde estás has continuado creciendo.A mi me gusta imaginarte como serías ahora. Tambien te he imaginado cuando éramos crios y jugabamos juntos. Pobretico te fuiste cuando aun eras un bebé. Ni siquiera recuerdo un lloro tuyo.  Seguro que ya eras un buen chaval. Te recuerdo siempre a mi lado sin verte. A menudo pienso ,
muy convencido, que eres tú , quien dice las cosas que digo . Te recuerdo en una cuna pequeñina.Te fuiste en silencio y nadie me habló nunca más de tí. Yo te espero en mi sueño. Ven para hacerme compañía y me cuentas cosas de mamá y papá y la abuela Catalina. Debe tener eso " revolucionao" .
Tú fíjate como son las cosas, tu y yo nunca llegamos a hablar, pobrecico mío, eras de cuna, y ya no saliste de ella y fué para irte. Ahora ya podemos hablar . Pídele permiso a la Luz de la Palabra y cuéntame cosas que yo necesito saber. Te espero esta noche chaval. No faltes.                                                                                                                             

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