Una décima gloriosa.

Dificil labor la mía
escribir versos primeros
que, además de ser sinceros
formen buena poesía.
Pero rindo pleitesía
a mi musa veleidosa
y, aunque sea poca cosa
algo sale del magín
sintiendo llegar al fín
de décima tan gloriosa.
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Ha sido un respiro en mi vida mi encuentro con esta composición poética.
Os cuento. Se trata de una décima sencilla sin mas mérito que el de haber
sido escrita hace algo mas de cincuenta años, cuando yo estudiaba en el Instituto
Milá y Fontanals de Barcelona. Pues bien hoy me ha visitado un compañero
de estudios. Un amigo que resiste el paso de los años, que digo años, una vida entera
y de memoria me ha recitado mi décima gloriosa. Son esas pequeñas cosas
que dan importancia a la vida. Gracias amigo. Lo recordaré siempre.

Piropo al atardecer

Sujeta los lazos de tu cintura
levanta tu cabeza al sol
que no hay mas hermosa criatura
con tu sonrisa y tu color.

Espiga o estrella.

Eres una espiga dorada
entre millones que forman el trigal
es un campo lleno de besos
que saltan de bancal en bancal.
Tu eres espiga y eres estrella
que ha bajado a pasear
jugando todas a ser un mar
y con la brisa de la tarde
 todas salis a bailar
Espiga dorada o estrella es igual.
Es la vida que es bella
y sale a gritar.

Amor y respeto.

Ya no quedan palabras que puedan expresar mis sentimientos
porque ya no escuchas, solo oyes tus pensamientos
no es posible que una sola persona sea merecedor de tanto aborrecimiento
 ¿y si no fuera verdad que los demás son como te empeñas en creer ?
¿ Que haces tú por los demás ? sal de ti mismo y mira a tu alrededor
conseguiriamos un entorno con un poquito de amor.
Pero creo que hablo en vano, tenemos el corazón muy cerrado
y no vemos que los demás tambien están sufriendo
tiende tu mano y ayuda a los que la necesitan.
¿que importamos nosotros ?
Cierra los ojos y sal de tu soledad
hay mas silencio del que crees en el corazón de los demás
y tu puedes aliviar ese dolor.

AMOR. RESPETO

Flechas del amor.

Una flecha fue a clavarse
en la sombra de un rincón
donde una moza soñaba
que daba su corazón.

Alambrada con cuchillos

Creo que no importa el lugar. De ese lugar ha dado un noticiario la situación siguiente. Se ha levantado una enorme verja para impedir que unas gentes famélicas entren en el lugar protegido. La verja culmina con una espesa alambrada de espinos pertrechada de una hojas de afiladísimo corte que produce girones en las carnes de estas gentes. A pesar de todo saltan y aceptan las profundas heridas. No pueden hacer otra cosa, tienen hambre y tienen el dolor del hambre de sus hijos. A un lado de la verja vive gente ni buena ni mala.  Solo ajena al sufrimiento de la gente del otro lado. Seguro que algún problema entraña el trasiego de unos pueblos hambrientos invadiendo a otros dominados por la indiferencia y la insolidaridad de unos estómagos satisfechos. Soluciones debe haberlas. El mundo es de todos. El hambre es muy mala consejera, retuerce las tripas y el corazón y pueden convertirse, a la vista de las cuchillas, en fieras que es como las tratamos. Apuremos los recursos que nos proporciona la Tierra, para que nadie pase hambre. Y a la gente que salta esas verjas mortales, si les enseñamos, trabajarán las tierras y regará los campos.  Hoy provocará alguna sonrisita la proposición. Demos tiempo al tiempo y no demasiado y veremos cambios que nos producirán asombro. Las utopías solo caben en estómagos satisfechos. Clama al Cielo un grito que pide se mire menos las cuentas de resultados y se preste atención a la desesperación de las gentes que ahuyentamos a cuchilladas.

El Manantial

Quiero andar tus caminos
pisar las huellas que tú has andado
volver a ver flores que nacen a tu paso
quiero oír de mi corazón un estallido
que despierte mis sentidos a todo lo bello
 volver a escuchar por última vez la melodía
de aquellas notas que sonaban a fuego
a cánticos de nuevos amaneceres
quiero ir donde tú vayas, mi esperanza de ternura
quiero saciar mi sed en el manantial del agua eterna
donde beben los quereres la paz de su reposo
y tocan con sus dedos la última sonrisa de los niños.
Manantial de aguas de fuego da nueva vida a la tierra
que broten nuevas flores con fragancias de esperanza
y todos los ríos del mundo purifiquen las aguas del mar.
Manantial de aguas limpias baña la tierra y limpia sus caminos
haz que broten, por donde pases, jardines de alegría
campos llenos de vida que trasformen para siempre
el rictus de tristeza de una existencia de dolor y desamor.
Haz posible, Manantial, que tus aguas de fuego, sean un crisol
que purifique en tus entrañas tanta codicia,
 tanto desconsuelo , tanta envidia.
Yo te pido Manantial, que tus aguas puras abran nuevos surcos
en la Tierra y en el Mar que nos devuelvan esa vida
que soñamos cuando miramos el Sol rojo
 que en su ocaso se esconde en el horizonte del mar.
 Cuando penetra en nuestros sentidos
la fragancia de las mañanas recién nacidas y olemos a pan tierno,
cuando las cosas grandes son las mas sencillas
arrastra con la fuerza de tus fuentes la mentira y la indiferencia
entierra en lo mas profundo del universo el miedo y la soledad
renueva en la esencia de la vida el amor a la libertad
renueva en todos nosotros la energía y el deseo de amar la verdad
entierra en las aguas profundas del mar la
la miseria que llena de moscas los ojos grandes
de esos niños que a diario consume el hambre.
! Tanto dolor, tanto desamor !
Señala con tus cauces de aguas renovadas
los caminos nuevos que nos lleven con paso seguro
a ese mundo que está naciendo con esplendores nuevos
con exigencias que azoten nuestra pereza y tibieza
que acabe con todo el pesimismo de la Tierra
y se transforme en un lugar con vida nueva
donde los niños vuelvan a sonreir con sus juegos de niños
y sus ganas de aprender cosas bellas,
ilumina todas las aguas de la Tierra
y sean el espejo donde se reflejen las estrellas.