martes, 31 de diciembre de 2013

Ni una brizna de alegría.

Hace frío ahí en la calle
donde dormirán niños y ancianos
pero mañana cantaremos la Salve
como sinó fueran nuestros hermanos.
Suenan en mi mente tempestades
y un fuego quema mis entrañas
se abre el suelo a mi paso
y siento el látigo de pasiones extrañas.
Las garras del dolor me atenazan
y me abofetea la verguenza de los cobardes.
Siento el dolor de la soledad
que tantos viven en la noche
noches de oscura crueldad
noches de loco derroche.
Yo les pido a los Magos
por si algo pueden hacer
se traigan un  pote de caldico caliente
para las criatruras que esta noche van a nacer.
Que metan con cuchillos en nuestro corazón
un poco menos de caridad
y un mucho de solidaridad y pasión
no quiero sentir una brizna de alegría
mientras quema mis entrañas
el dolor de la gente que no conoce la ilusión.

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