domingo, 9 de marzo de 2014

El hijo del labriego.

El hijo del labriego,
se levanta con el alba,
mucho sueño en los ojos,
mucho cansancio en el alma.

En la hacienda no está padre,
murió,siendo él chaval,
él cuida de la madre,
antes de ir al bancal.

En edad de ir a la escuela
ya sabe lo que es trabajar,
le pide poco a la vida,
alegría y fuerza para ganarse el pan.

No se queja el chaval,de su sino,
y nunca se quejará,
con sus conejos,gallinas y hasta un cochino
y su poquica tierra para cuidar.

Sí,quiere ver de cara a la muerte,
y quiere mirarla a los ojos,
él siempre ha sido valiente,
y no le teme a sus lobos.


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