miércoles, 4 de enero de 2012

Cuando la sangre se altera.

No hay derecho, no señor,
no es posible que me esté pasando,
sabeis ? pues que me están engañando,
hay que ver, es que soy un primor.

Se pusieron serios para prometer,
y válgame el Cielo, yo les creí,
es que soy tonto, de no crecer,
mas simple que un borceguí.

Y fíjate que casi me lo trago,
parecen todos de primera fila,
y yo pensé, bueno esto empieza bien,
deben ser gente buena y fina,
y toma ya, a la primera decisión,
se ciscan en la promesa decisiva.
Dijeron, no sin razón,
que subir impuestos
era como bajar la divinidad de escalafón,
pues hala , llegan,juran,toman asiento,
y a subir todo menos el calzón,
que eso se nos ha descalzado a casi todos,
con mucho estilo y "mucha ilusión".
Es el caso que nos vendieron la moto,
aunque vereis como enderezan el rumbo,
pero hasta entonces
que me devuelvan el voto.
                                                                         
                                             

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