Es increible cuan grande es el afán
que ponen alguna personas de bien,
en causar daño inventando el mal
mirando muy bien a quién.
Utilizan la técnica del torero,
el toro embiste con pasión
para evitar un mal certero
y lo que hace ,sin saberlo,
es entregar su cuello a una estocada a traición.
Primero juegan toro y matador,
con un flamante trapo rojo
se confía el animal, pobre bruto perdedor,
y para público deleite muere como un despojo.
Esos son los papeles que nos toca jugar,
a unos les toca el del morir
otros juegan el de matar
pero a todos toca el papel de sufrir.
Llegará el día que la bestia pierda el miedo,
y el matador no gane nada con matar,
no habrá lucha desigual en el ruedo,
toro y hombre podrán vivir en paz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario