martes, 17 de julio de 2012

La lluvia, la ternura y la miel.

La lluvia que cae del cielo
son lágrimas de amarga hiel,
que brotan del oscuro cieno,
donde todo era de oro y miel.

Vuelve tu hermoso rostro,
a este mundo enloquecido,
pon ternura en tanto dolor,
y tendrás un beso agradecido.

Si todo, a tu lado, es temor,
abre tu pecho a la vida,
sentirás el éxtasis del temblor,
de tu gran pasión henchida.

Tornarás en campos hermosos de mies,
donde hubo ciénagas inmundas,
las flores volverán a dar miel,
y nacerán fuentes de aguas rotundas.

Cuando  sientes la pasión por vivir,
no vive contigo la soledad,
lucha tu pecho por no sufrir,
un exceso de felicidad.
                             

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