lunes, 7 de enero de 2013

Cierra los ojos y pide perdón.

Me olvidé que siempre soy injusto,
que los demás esperan más de mí,
si no estoy, en todo momento,a punto
las iras del infierno se convierten en frenesí.
No puede ser y seguro no lo es
que siempre provoque las iras
y nunca merezca siquiera una sonrisa, un "que és"
o una pizca de comprensión sin miras.
Hay gente que rumía en su rincón
como hacer mas daño
sin la mas mínima compasión.
Y no quiero decir que unos siempre tengan la razón,
y los otros se equivoquen sin remedio,
pero si digo que con un poco de comprensión
viviría la gente sin la amenaza del miedo.
Una caricia corta el llanto de un niño,
un beso cierra la herida a un ciego
y un "perdóname"abre las puertas del Cielo.                 

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