No cierres los ojos a la luz.
Es la ignorancia de la vida lo que nos causa el miedo.
Claro, tenemos miedo a lo que no conocemos.
Pero la vida se acerca despacito para que la vivamos.
Veo pasar la gente con mil caras, unas de alegría, otras de sufrimiento.
Todos corren, todos tienen prisa por llegar a ninguna parte.
De pronto detienen su loca carrera.
No saben de donde vienen ni saben donde van.
Locos en una carrera loca.
Sienten la necesidad de construir un lecho de flores.
Respirar profundamente el aire del mundo y mirar.
Y ver como, eternamente, la destrucción aniquila la creación.
Y es la creación el sustento de la vida.
La vida parece, toda, una lucha entre contradicciones.
Deben ser nuestras miradas las contradicciones de la vida.
Si en nuestra andadura tropezamos con una pared rodeala.
La puso allí alguien que no quería seguir.
Los que dejan paredes en los caminos, no lo hacen por molestar.
Recoge tus angustias, no dejes que manchen los caminos.
Vive con las sonrisas que te regalan las plantas en el jardín.
Y cuando sientas que tu corazón se llena de energía
emprende con nuevas fuerzas el camino que andarás para siempre.
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