Recuerdo que en mis años mozos, cuando en la escuela me
enseñaban historia de España e historia sagrada, que ignoro si me hicieron
algún bien, pero si estoy seguro que no me hicieron daño en absoluto, bueno a
lo que iba, una tarde el maestro nos relató una historia que mas o menos decía
así. : A la sazón una multitud de trabajadores se dieron a la tarea de edificar
una gran torre a la que denominaron de Babel . Los arquitectos que cuidaban de
los detalles de la cosa de las enfermedades del cemento y otros, llegaron a
endiosarse con su obra y decidieron llegarse con ella hasta el cielo. Esto
provocó el enfado de los del cielo, quienes para impedir semejante fechoría,
confundieron las lenguas de los dichos trabajadores. Y ya tenemos montado el
pastel. Todos hablaban y nadie entendía a nadie con lo que la torre en lugar de
llegar al cielo acabó en una monumental boñiga. Y a propósito esta historia me
advierte de la gran similitud que guarda con nuestra vigente historia, que
todos hablan a un tiempo, que nadie entiende a nadie y que estamos consiguiendo
que este mundo se convierta en aquella
Torre de Babel , seguramente mal llamada la gran boñiga.
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