lunes, 10 de enero de 2011

La gente de mi quinta.

La gente de mi quinta,que en mi caso debe ser novena o décima,
pasamos por diversas etapas,como ahora claro,de bebés,a infancia,adolescencia,tambien denominada la edad del pavo,y la edad adulta.
Pues bien, en mis tiempos,los hombres sobre los veinticinco años y un poquito menos las mujeres,despues de un montón de años jugando a novios,nos preparábamos para
casarnos.
Bueno veamos,he dicho nos preparábamos.Pero lo único que preparábamos era el traje que íbamos a llevar,la comida que ofreciamos a los invitados,el viaje de novios a
Mallorca.Y pare usted de contar.De todo lo demás,ni mú. Y normalmente mas tontos que una llave.Que por donde íbamos ,ya fuera en el barco,en el hotel o en un restaurante,
nos conocían, y digo yo que sería por la cara de tontitos felices que hacíamos.
Pero ese estreno de la vida que celebrábamos juntos,tenía tal carga de emoción y felicidad,que bastante nos importaba a nosotros, las miraditas de los que ya estaban de vuelta de todo. Mi esposa y yo como ahorrábamos lo que podiamos,aún nos dura
una porción de aquella emoción y felicidad.
Pero amigos míos,y aquí que suenen los tambores,con repique de atención.LLEGAN LOS HIJOS,y eso si que cambia la cuestión.Se acabaron las tonterías.No teníamos ni noción.
Pero vamos a ver,insensatos,como se puede tener un hijo,una vida nueva,un grifo y una "cagalera"en régimen de sesión continua,sin tener siquiera la más mínima idea.
Porque,digo yo,para hacer posible que vengan,más o menos,te apañas.Y ¿cuando crecen?
que haces? y cuando empiezan a leer y escribir,y te hacen la a al revés,anda listo dime que haces.Y cuando ya van a la escuela y se hacen mayorcicos,y uno con el corazón de artista y el otro con la cabeza mas tecnificada que un robot,te traen una cosecha de calabazas y has de dar cauce a sus reales posobilidades.Anda dime.Y cuando te sale una comercianta,tú te atreves a hablarle de álgebra.Y cuando ves a la menor y a la mayor de tus hijas con libros infernales unos hablando de salud y medicamentos,y otros de teorías de filosofía,que haces?.
Claro que los padres tenemos un libro sin hojas,que se leen con el corazón.Y es lo que yo digo. "si no lo hemos hecho mejor,es porque no hemos sabido"
Pero sí digo de forma muy tajante y poniéndome muy serio,que nunca,nunca,un hijo debe
hacer llorar a sus padres.AMEN.
otro día seguiré,hay muchas mas cosas,pero ahora tengo en la garganta,un no se que.
Adios.

No hay comentarios:

Publicar un comentario