El abuelo, a su edad,
no pretende escribir bonito,
desea, si es posible, emocionar,
y si lo necesita, dar un grito.
El es quien necesita de todos
y poco lo que os puede aportar,
los suyos han sido tiempos de lodos,
sueños de niños y agrio despertar.
Muchas tardes le veo soñar
con una sonrisa en los labios
y una infinita expresión de paz.
Un día que el sol se retiraba,
donde acostumbra a retirarse el sol,
me dijo por lo bajito,
que os quiere a todos con pasión.
Y es que al abuelo le ha llegado
el tiempo de soñar,
sueños, si, de viejo afortunado,
que ha sabido reir y tambien ha sabido llorar.
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