Hoy quiero volver a vivir
la muerte de mi madre,
doce años para sufrir
una hora para el triunfo,
la alegría mas grande.
Tres hijos tuvo en vida,
tres hijos velaron su muerte
el pequeño Carlos es un angel,
que estuvo en nuestra vida de visita,
pero en hora tan importante,
en la cabecera de la cama,
el angel acudió a su cita.
ved vosotros la escena,
mi hermana Carmen y yo
sosteniendo sus manos sin fuerza,
en su cara su última sonrisa,
tuvo una muerte feliz,
ella nos miraba a los tres,
y sonreía a mi esposa Teresa.
No hubo ni habrá lágrimas,
en la estancia no había muerte,
que estaba llena de vida.
Estoy seguro que mi padre,
estaba orgulloso de nosotros,
y con sus manos tan grandes,
nos espera con su sonrisa en el rostro.
Quisiera ser poeta,
para describiros con cuanta dulzura,
nos despidió nuestra madre
convirtió un momento de amargura,
en el hecho mas natural de su vida.
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