El rocío de la mañana,
tiñe de rojo tus mejillas,
y deja un beso largo y húmedo,
en tu frente fresca y lozana.
El día amanece con fuerza
renacen las alegrías del alma,
nuestra sonrisa evitará que se tuerza,
y tendremos el sosiego de la calma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario