Podemos leer en el Periódico, día sí y día también , que
todos los dirigentes de los partidos, levantan la frente muy alta para acusar a
los de enfrente de lo peor. Pero si les miras con atención llevan todos la cara
tiznada, como fiel reflejo de que las malas prácticas es una terrible
enfermedad contagiosa gangrenada por los virus de la codicia, la vanidad y la
locura personal que indefectiblemente conduce a la gente a la satisfacción de
sus pasiones. Y si hacemos un ejercicio de humildad llegaremos a “El que esté
libre de culpa, que tire la primera piedra “ O sea que mas o menos tiznaditos
todos. Siempre hay excepciones claro. Viene esto a cuento por el espectáculo
que nos dan los dos partidos mas importantes. El que ostenta el poder atrapado
en un lío de dimensiones descomunales y el partido de enfrente con la cara
tiznada por el fuerte sol del sur, atiza el fuego sin darse tregua en su afán
de que no decaiga la fiesta. Cuando quizás lo razonable fuera dejar trabajar y
apoyar ese trabajo de forma clara, lo que veriamos con muy buenos ojos la gente
de la calle. El mérito de sacar al país del atolladero sería pues del esfuerzo
de todos los dirigentes. Y cuando se llegue a un repecho de descanso , será el
momento de que los jueces hagan su trabajo y al que lo merezca, sea quien sea,
aplicarle la purga mas amarga acorde con sus “Méritos “ Animo dirigentes,
abandonad el “ y tú más “ y haber si dais un golpe de timón que
recordemos con gratitud y simpatía el resto de nuestras vidas.
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