Lentamente, paso a paso,
avanzo con los brazos abiertos,
con la última luz del ocaso
andando por caminos inciertos.
Mas que andar, es que vuelo,
por montes y valles salvajes,
busco en la naturaleza el consuelo,
que no hallé en otros parajes.
Descubrir torrentes de agua limpia,
sentir en mi piel el golpe de sus chorros,
purificar con el agua mi alma impía,
y alejar los cuervos de picos torvos.
Voy en busca de la alegría,
respirar aires de justicia y de paz,
descubrir reflejos de poesía,
por los caminos que llevan a la verdad.
Asistir al triunfo del sol en el horizonte,
sentir su cálido abrazo de vida,
subir a lo mas alto del monte,
y recuperar mi inocencia perdida.
Solo muy cerca del cielo
aprenderé a mirar las estrellas,
no se ve nada desde el suelo
no se ven las cosas bellas.
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