Así reza el título de un libro de ejercicios escolares. Prometo leer en breve su contenido y hablaros del mismo. Hoy solo quiero reflexionar con vosotros la intención del título.
Aprobar .
A mi me dar por pensar, que no puede ser ese el objetivo de la gestión de la enseñanza. Yo pienso que lo primero es enseñar a los estudiantes, eso, a estudiar, a aprender , a ilusionar. Es enseñarles que el tiempo de su vida que dedican a estudiar, es , y va a ser el tiempo más apasionante de sus vidas. Que no es una actividad más. Que nos es un juego mas de su pley, o como dem... se diga.. Que merece esforzarse. Ya me voy dando cuenta que para conseguir una partecica pequeña de lo que empiezo a soñar, es necesario que surjan maestros con vocación,que sepan convertir su asignatura en una aventura apasionante para sus alumnos. Que éstos vean que su profesor o profesora, son los mejores del mundo.Que hablan con amor del poco romántico teorema de Pitágoras, del complemento directo ó los límites de América del Sur. Sepan revelar los misterios de la reprodución sin zafiedades. El encanto de las hojas de una flor. Enseñar con cariño y persuasión a llevar los ojos bien abiertos para ver y mirar lo que ocurre en su derredor. Enseñarles a distinguir la noche de la luz del día. Y que levanten la cabeza y vean que hay estrellas en el cielo y la luz del sol que les da la vida.. Ya se que hay maestros así. Maestros enamorados que ven en las vidas de sus alumnos, la continuación de sus sueños. ¿ que os parece? a estas alturas, poca importancia tiene aprobar.Eso vendrá como fruto de haber aprendido.
Si algun día un maestro se da cuenta de la importancia del amor en la enseñanza se sentirá el padre de las luces y la madre de las mas puras esencias del ser humano.
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