viernes, 13 de mayo de 2011

La esperanza del mundo.

Estoy barruntando, en mis momentos de silencio, una gran primavera de los jóvenes. Son esa semilla de tallos tiernos que están creciendo con amor y disciplina.Están entrando en el mundo despacito y sin hacer ruido. Tienen la fuerza de las emociones. Estan aprendiendo en la vida de sus padres valores que ni siquiera ahora entendemos los mayores. Ellos son el futuro de la esperanza. Están aprendiendo a sufrir. Están aprendiendo a poner un nombre a todas las cosas. Se acabó el "porque sí" . La verdad de sus padres está creciendo con fuerza en sus mentes y en sus corazones. Con esfuerzo y en ocasiones con dolor, van forjando espírutos fuertes, que serán mas pronto que tarde, la base de un mundo diferente. Un mundo que priorice la justicia, el sentido común, la solidaridad, la honestidad. Corazones limpios y valientes que empuñen el testigo que sus padres han mantenido con valor y con amor para entregarles la semilla de un mundo mejor.

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