Siento celos del rocio,
que besa cada día tu cara,
tiende una alfombra a la vera del rio
con lágrimas de sol y tu sonrisa alegre y clara.
Las aves del campo emprenden el vuelo,
cuando han visto el rocio en tus labios
han creido que eras un angel del cielo,
y han seguido la ruta de los caminos sabios.
Los caminos de paz y sosiego,
sendas de luz y libertad
donde se refugia todo afán sincero,
donde es posible la felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario