domingo, 10 de junio de 2012

Mas cosas de mi pueblo. El Prat de Ll.

Mas cosas de mi pueblo.
Os contaré algun oficio que ahora ya no existe o se ha reinventado.

El ORGANILLERO. Era un pintoresco músico callejero, que llevaba una especie de caja de música muy grande que mas parecía un piano empotrado en un carrito estreche, tirado por un borrico pequeño. El mencionado músico se limitaba a dar vueltas y mas vueltas a una manivela, que hacía girar un cilindro interior y sonaba al modo de una caja de música.

EL MATALASER. se presentaba en las casas que disponían de colchón de lana. Esta con el tiempo se apelmazaba y ahí entraba en juego nuestro hombre. Armado de dos buenas varas apaleaba la lana que previamente extraía de la funda del colchón. Se iban formando dos montones de lana, uno el apelmazado y en el otro el matalaser, iba golpeando rítmicamente la lana hasta dejarla suave y esponjosa. Cuan solo quedaba un montón con la lana apaleada, volvía a meterla en lña funda, la cosía y a cobrar.

EL PAVERO.  cercanas las fiestas de Navidad, aparecían puntualmente los paveros. Llegaban a la Ciudad y pueblos limítrofes con un pequeño rebaño de Pavos y se paseaban por las calles pregonando su mercancía. Está claro que los pobrecicos animales se enteraban de su próximo destino y circulaban como mirando para otro lado, principalmente cuando el cliente tenía que señalar a su preferido.

EL CORTE DE TRAJE. Tambien era curiosa la figura de un hombre con un gran envoltorio a la espalda. Era un gran paquete de ropa consistente en varios "cortes de traje" de una calidad excelente y que por tratarse de restos de piezas, podía venderlos a unos precios baratásimos..

LA VENDEDORA DE SABANAS. otra que tal baila. ¿ de donde saldrían aquellas sábanas que te las dejaban rebajadísimas ?

EL VENDEDOR AMBULANTE DE CARAMELOS. Pasaba todos los domingos, principalmente por el campo de futbol, y por la calle donde merodeaban la chiquillería, y aún recuerdo su machacona cantinela que anunciaba su mercancía " caramelos DARLING, COSA BUENA ".

EL HERRERO. se dedicaba el hombre a herrar los cascos de los caballos, a reparar los correajes de las monturas. Cuando los caballos trabajaban el campo, se les clavaban en el extremos de las patas, unas herraduras en forma de semicírculos a modo de zapatos para protegerlos. Tambien arreglaban los carros deteriorados.

LOS RULETEROS. Corrían las calles, principalmente durante las Fiestas Mayores del pueblo, con su ruletita al hombro, y cuando les parecía el paraje adecuado, montaban el tenderete,Ponía unos regalos entre las puas de la ruleta, y hala a girar la flecha por una perra gorda. La muy puñetera cuando pasaba delante de un premio que era un poquico mejor que los otros, corría que se las pelaba, y se detenía fulminada, donde no había premio o uno muy "esquifido"

EL BASURERO.- Pasaba por todas las calles del pueblo tocando una trompetilla y sacábamos la basura a granel, en un cubo, que el basurero echaba en su cesta de goma, enorme y de la misma al carro que se tapaba con dos puertas metálicas en el techo del carro.

EL SERENO.- Se le veía poco con un fajo de llaves, a la cantinela de la hora y sereno o nublado segun el caso.

Cuando se les veía, tanro al sereno como al basurero era por las fiestas de Navidad. Pasaban en busca del aguinaldo previa entrega de una tarjeta. Para la ocasión se vestían de media fiesta.

  

Lo de las paradas de la Fiesta Mayor, requieren un capítulo aparte que os prometo. Será divertídisimo.
Claro me refiero a la Fiesta de mi juventud. Hoy la mayoría de paradas son tómbolas que te regalan osos de peluche enormes.

Repito por enésima vez, no es nostalgia ni digo que fuera antes mejor que ahora. Lo que si digo que eran diferentes, Y ademas yo era mas jóven. Ahí está.

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