sábado, 9 de junio de 2012

Memorias de mi pueblo.

Con frecuencia me asalta el deseo de abrir mi caja de música , donde guardo mis recuerdos, mis sueños mis ilusiones . Cuando abro la tapa saltan en tropel desordenado. Madre mía !!! cuantas cosas. El colegio, mis juegos infantiles, mil recuerdos casi olvidados. pero bien conservados en mi caja de música. El que sale hoy con mas fuerza es mi pueblo, El pueblo del Prat de Llobregat.Pero cuando no era conocido por el Aeropuerto. Os he contado en otras ocasiones, que he conocido mi pueblo cuando tenía solo tres coches, uno del director de la Seda, el Sr. Cunders, otro del Dr. Soler, el medico del pueblo, y el tercero del Sr.Alvarez un oficial del ampo de aviacion militar.Las calles eran todos sin asfaltar con la huella, muchas de ellas profundas, de las ruedas de los carros, herramienta única de la vida agrícola. Hablo, de verdad sin nostalgia, de cuando los chavales vivian en las calles, con sus juegos, que llenaban la vida con su alegría y sus juegos.  LOS JUEGOS,  que mirándolos con la perspectiva del tiempo, creo ha constituido una parte fundamental en la vida de los pueblos. Una influencia vital en el devenir de los fundamentos de la educación  de la juventud que hoy ya no es. Juventud , claro. Se me ocurre y ya se le habrá ocurrido a mas gente, hacer un estudio sobre los juegos que han sido y ya no son.
Unos apuntes : LA BALDUFA. llamada tambien la peonza. Ayer me la recordó un chabal que jugaba con una. De material de plástico y un todo terreno. Pues bailaba en la piedra de la calle. Hay muchos más y os hablaré de ellos. EL MELIT.  EL BUCHI, LAS BALAS, EL PATINET, LA RULA, UN DOS TRES, CARABAT, A PLANTAT, A PAYO, A CAVALL FORT, AQUI TEL DEIXO, SALTA LA CORDA,
CARREGUETAS, FRONTON,

 Y ahora, con la que está cayendo, recuerdo las mil maneras que tenía la gente de ganarse la vida.  . La venta de leche ambulante: Pasaba cada día una tartana con unos contenedores, tres potes o medidas, una de litro, otra de medio litro y otra que llamabamos de petricón. Los vecinos salían y te despachaban en tu lechera, un frasco metálico con un asa, la medida que pedías, claro totalmente a granel.

La pell de conill. Cada lunes pasaba un hombre del saco que iba comprando la `piel de los conejos que habían caido para el arroz del domingo. Diez Cts. veinte como mucho. Si la piel era blanca pagaba un poquico mas.

Y el paraguero ?  Eso si que era una muestra ambulante de la ingeniería. Iba pertrechado de los enseres necesarios para recomponer un roto  o una barilla del paraguas, que ahora se va directamente a la papelera. Tambien potes de aluminio o cacerolas con un agujero quedaban como nuevas despues de pasar por las sabias manos del experto paraguero,

Y así innumerables oficios que nos hacían la vida mas " cómoda" como " el pregonero " con su trompetilla en ristre y su coletilla " de orden del sr, Alcalde se hace saber ".
El vendedor ambulante de colonias con una moto pequeña y su cestilla de botellines de todos los aromas.
El vendedor de novelas de amor, por fascículos, impresos en una especie de papel cebolla.
El vendedor de una pomada que lo curaba todo. Decía que la extraían de la serpiente.
El charlatá, que por cuatro pesetas, te regalaba tres pares de calcetines, un bolígrafo y una colcha llena de cuerditas de goma.
El afilaor" con su cacharro impulsado por un pedal alargado de madera que contribuyó al bienestar de muchos trabajadores.
Ah, y los demás trabajaban en la SEDA O EN LA  PAPELERA.

Me llaman, seguiré mañana. Prometido.
                                                                                                                         

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