jueves, 9 de agosto de 2012

Los niños del hambre.

Apuraré hasta la última gota
el cáliz de dolor ciego que sufre este niño,
pobrecito, se está muriendo, y ni siquiera alborota,
está en el último suspiro y no ha sabido nunca de cariño.

Quiero meterme en sus ojos
quiero sentir lo que siente
quiero ver lo que está mirando
cuando cierre sus ojos la muerte.

No es loca curiosidad,
que es obsesión permanente,
ver el interior de la mente
de estas criaturas sin edad.

Son los niños del hambre
que mueren a millones
son abejas de un enjambre
que mueren a empujones.

Se que no os gusta que hable de la muerte. No lo haré pero hacedme un favor. Pensad que mientras pensais  miles de niños se están muriendo de hambre y desidia nuestra.

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