miércoles, 12 de septiembre de 2012

El perro lazarillo.

Pobre perro lazarillo
a mí me da mucha pena
es su misión de mucho brillo
pero su vida es una condena.

Bien sujeto a un arnés
entrega su vista a un ciego,
le guía con abnegado interés,
y no tiene lugar para el juego.

Les podeis ver tan discioplinados,
y hasta creo que van contentos,
sus sentimientos bien domados,
su obediencia es un portento.

Yo les he visto en un rincon
acurrucados y a la espera
que su amo acabe el cupón,
único sustento en su ceguera.

El animal es un tesoro de gratitud,
pues sin duda es muy querido,
pero yo veo un atisbo de esclavitud,
cuidado como un rey, pero un rey herido.

Pienso que es un ser inteligente,
dotado, sin duda,, de un fino instinto
condenado a seguir, una y mil veces,
los mismos caminos de un viejo recinto.

Es una buena solución para una población que sufre, la que no ve la luz del día. Los perros lazarillo, me consta, forman una casta muy querida.Pero sabeis? hoy he cruzado la mirada con una mirada perdida.Era una de esas criaturas amarradas a un arnés que esperan el fín de la jornada para recuperar su vida.
                                             
                                              

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