jueves, 30 de diciembre de 2010

El silencio del viejo pescador.

El viejo pescador
se levanta con el alba
mira al cielo amenazador
y observa el mar,en calma.

Los años pesan,cada día más,
la fatiga marca surcos en su cara,
sus callosas manos son una melodía
del sacrificio de una vida
disputando al mar
la pesca de cada día.

Sin pensarlo poco ni nada,
cargado con esfuerzo y paciencia,
el viejo marinero
sube a su barca
y se hace a la mar,extrañamente calmada.

Con las primeras luces del alba,
se aleja el viejo pescador,
está lleno de vida
es un soñador.

Pero un dulce sueño sube a bordo,
sorprendiendo al pescador,
y con las primeras luces del alba,
se paró su corazón

Lentamente y en silencio
el gran silencio del mar,
acoge a un hombre bueno,
su vocación PESCAR.

Para el aita bueno que nos dejó.

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