miércoles, 29 de diciembre de 2010

El soldadito de plomo.

Aire marcial,un oficial de primera,
blandiendo un sable con genio valiente,
encendía de entusiasmo
nuestro mundo de quimera.
Ha llenado el mundo de mis juegos,
con su aspecto sencillo y humilde,
obedecía siempre a la orden de "fuego"
y avanzaba sin miedo
al ataque de un ejercito temible.
Mil batallas fué ganando,
osaba atacar a fortalezas puchero,on alguna cazuela porfiando,
nada resistía su paso,
ni siquiera el incendiario mechero.
Habreis comprendido
a esta altura del relato,
que nuestro héroe era muy valiente
pero tenía menos aliados que un plato.
Y es que en aquellos días de trapo
andaba floja de "posibles" la chiquillería
la tropa,es natural,se resentía,
y quedaban las líneas en cuadro.
Pero uniendo su corazón ardiente
y mi brazo poderoso,
no había criatura inanimada o viviente,
que resistiera nuestro ataque vigoroso.
Soldadito he sido injusto contigo,
no sé que habrá sido de tí,
con los años y otro tipo de batallas,
me olvidé de que con tus juegos
me hiciste muy feliz.
Donde estés soldadito de plomo,
piensa que hoy ha recordado tu existencia
un emocionado compañero de guerra
que luchó contigo codo con codo
y vencimos siempre a la feroz resistencia.
Fuiste tú, humilde juguete de plomo,
la alegría de mis días de niño,
por recuerdo feliz de mi infancia te tomo
y donde estés te mando mi sencillo homenaje de cariño.

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