viernes, 6 de agosto de 2010

de un niño a su madre

Madre,nunca me hablaste de él
El era mi padre
Murió siendo yo un niño.
Solo tú le lloraste.
El dolor cerró tu corazón.
Yo te miraba, quería comprender.
Tú apretabas puños y dientes y
con los ojos me dabas a entender
que era muy grande tu dolor y mucha la necesidad.
Tus ojos se secaron y no quedó sitio para la compasión.
Yo tenía pocos años y se me rompió la ilusión.
Decidme los que sabeis, como un niño se hace hombre
sin el calor de un padre,sin su ejemplo y amor.
Pobre madre, mucho hiciste, pues buena crianza me diste.
Si algo me faltó tú no me podías dar.
La alegría de un padre bueno,sus caricias,su lealtad.
Solidario del dolor, mira bien, que es aquí

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