sábado, 28 de agosto de 2010

No hablarè en clase.

¿quién no recuerda esta frase?.
No hablaré en clase. y esta otra:no me pelearé en el recreo. Dando nombre al castigo mas corriente en el Colegio: LAS FRASES. En el mejor de los casos Dn.Jesüs ponía 100 frases.Si al día siguiente no las presentabas,pasaban a 200. Y las contaba el muy j..usticiero. Eso sí como contaba por la izquierda nosotros poníamos 100 ó 200 "no me" y el resto lo poníamos a barullo y colaba,bueno cuando quería él,porque a zorro no le ganabamos.
Otra trqiñuela era el cambio de lápiz. Cuando se nos gastaba,íbamos al Maestro con la punta que nos quedaba de lápiz y nos daba uno nuevo. Bien,pues con el nuevo lo que hacíamos era cortar una punta y envejecerlo,enguarrándolo. Pero teníamos que guardarlo un tiempo,porque nos dimos cuenta que Dn.Jesús olía la punta,hasta que dimos con el misterio, del porqué nos negaba el lápiz nuevo y encima nos castigaba. Porque si era muy nuevo aunque "envejecido" aún olía a madera nueva.Y nos cazaba. "La ciencia" al servicio de la verdad.
Pero recordando hechos de mi pasado en el Colegio,descubro ahora algunos que me llaman la atención.Y seguro que si me lee algún condiscípulo,le pasará como a mí.Es lo siguiente, el patio de recreo,en su mayor parte, estaba cubierto con piedras, y el resto la parte destinado a campo de futbol con tierra. Bien, pues no recuerdo ningún incidente por impacto de piedra.Es raro,no, si pensamos que podiamos estar como cuarenta niños o más,con opiniones distintas y el genio por estrenar.Claro que lo del genio acumulado por tanto chaval es otro misterio, y este no he logrado descifrar. ¿Como era posible tan alto grado de sometimiento al maestro? hemos de pensar que en los episodios del pasillo, estábamos sometidos a sesiones de tortura real por nuestra corta edad. Y las collejas es una manera muy amable de nombrar a los porrazos que nos daba, que a muchos nos recordaba al sacrificio de los conejos.
Tú condiscípulo,sabes que no exagero. Eso sí, lo hacía por el interés que ponia en nuestra formación. Que coñe, a mí aun me dura lo del sometimiento.
Otro hecho que pudo ser trágico y acabó en risas.Llegado el día de la recolección de la tila.Día de fiesta grande en el Colegio, los mas atrevidos se subían al árbol,otros a unas escaleras manuales.De los primeros y más atrevidos subió Juanito Farnós, al rato se cayó al suelo.Gran susto. Juanito gritaba desesperado,que se había partido la espalda.Dimos aviso a la enfermería de la Fábrica,justo al lado.El practicante,que así llamabamos al auxiliar de enfermería.despues de manipularle un momento, le desapareció el dolor de la espalda"partida".El motivo de la "Espalda partida" había sido que el mozo se había sujetado el cinturón de la bata- uniforme a la espalda,para formar una bolsa, donde guardar la tila y en cuanto el practicante le soltó el cinturón, se repuso la espalda.Aún me río cuando lo recuerdo.
De todas maneras, ahora recuerdo,que,a una escala menor,ya formábamos un semillero de las pequeñas y grandes pasiones,buenas y malas,que con el tiempo iban dando forma a nuestra personalidad.
"pos bueno" como decía mi abuela,ya recordaré mas cosas.

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